A K W A B A    IV

 

        Amigos  todos.

 

Aquí os presento un nuevo artículo sobre el Centro de Acogida de Niños de la Calle - AKWABA- en Costa de Marfil, con el objetivo de teneros al corriente de su marcha.

 

         Pueblan el centro, a estas alturas del mes de mayo, 53 chavales cuya edad media no llega a los trece años (de los 53, 17 tienen 11 años o menos). Este dato indica un creciente aumento de chicos cada vez más “niños” vagando por las calles de los barrios de Abidjan. Y como noticia añadida, también está creciendo el número de niñas de la calle por esos mismos lugares.

 

         La BUSQUEDA de la familia de cada uno de los niños acogidos ha ocupado muchas horas y acaparado muchos esfuerzos de los Educadores del centro con resultados diversos:

 

         ** Chicos que han encontrado alguno de sus familiares. Para bastantes de ellos ese reencuentro puede constituir el principio de su reinserción en la familia.

 

         ** Para algunos otros esta búsqueda no ha sido muy positiva; especialmente para los niños estigmatizados ya de pequeños como “brujos” o considerados peligrosos para la familia.  Se da el caso de un chico cuyo padre ha intentado matarlo porque, al considerarlo como brujo, le hace responsable de todos sus males. El padre de otro chico dice que su hijo le persigue en sueños por la noche y es causa de todas sus enfermedades.

¿Cómo recuperar estos chavales si en su entorno familiar y social se sienten rechazados por esta etiqueta de “brujo”?.

 

         ** Hay otro caso muy llamativo de otro pequeño – al parecer “viejo” en la calle – que no ha querido desvelar el lugar de residencia de alguien de su familia. En cuatro ocasiones distintas ha hecho recorrer más de 400 km por las calles de los barrios de Abidjan a los Educadores que lo acompañaban sin resultado positivo: en cada salida el chaval les indicaba direcciones y calles distintas sin ser las verdaderas. Al final, ante tanta contumacia, se le ha dejado de nuevo en la calle. ¿Qué tendrá este chaval con su familia para mostrase tan duro y difícil en identificarla ?. Aún así, el Centro queda abierto para este niño, a ver si algún día llama otra vez a la puerta y muestra un poco de “arrepentimiento”.

 

         También hay alegrías en esta búsqueda de padres. En el artículo anterior se hablaba del caso de dos pequeños, cuya familia se buscaba hace más de dos años. Gracias a Dios, y a la entrega de los Educadores, la mujer que vive a 400 km de Akwaba  informó del paradero del padre de ambos niños, y por medio de él, han podido conocer a sus respectivas madres, quienes los han reencontrado. A estos niños se les ha abierto el cielo y mucha tristeza ha desaparecido de sus rostros: ¡ Lo contentos que se ponen  cuando vienen sus madres al centro o van a visitarlas !

 

         La paciencia, mucho cariño, mucha oración, una buena dosis de

         disciplina y exigencia logran que estos niños cambien a mejor y, en

         bastantes casos, se olviden de la calle definitivamente.

 

                  Abidjan,  mayo de 2009.        

                                                                                    César Pan Castrillo