El significado de evangelio es buena
nueva, pero la auténtica noticia fue una vida ejemplar, la de
Jesucristo, transmitida presencial y oralmente ante sus seguidores y la
sucesión de conductas intachables.
El contexto y las circunstancias de
ese referente han cambiado enormemente en dos milenios, y las parábolas
y metáforas expresadas en esos textos son de difícil comprensión y
aplicación en el contexto actual.
Si en cuatrocientos años de existencia
ya ha necesitado un libro como El Quijote de una traducción al lenguaje
actual, con más necesidad debe actualizarse, no sólo el evangelio
escrito, si no el testimonio vital y maravilloso del judío más
universal.
Ser original (creo que decía Antonio
Gaudí) es hacer y/o decir cosas antiguas como si nunca antes se hubieran
hecho y/o dicho.
Siempre recordaré la respuesta que le
dio un fraile a un compañero de colegio, a la pregunta de si había vida
en el espacio: "el mensaje de Jesucristo llega a todo el universo". Para
aquel tiempo la respuesta me tranquilizó. Pero la auténtica
interpretación de ese mensaje es el quid de la cuestión. Las normativas
partidistas de las autoridades religiosas y el credo inmovilista lastra
nuestras vidas y nuestra sociedad. Esas creencias amparadas en el miedo
a la pérdida de esa vida del más allá, ya no encajan ni en el presente
ni el porvenir.
Debe o deben aparecer una o varias
vidas ejemplares y referentes, unos puentes de acceso a una nueva y
cambiante vida. Unas bisagras que hagan de ejes de rotación hacia una
sociedad más tolerante y justa