UN LIBRO Y UN DISCO
(2)
UN LIBRO
Autor: José Antonio
Martínez Reñones.
Título: Desde que el
abuelo bajó del árbol, así andamos.
Editorial: Endymion.
Poemario de
nuestro paisano que, desde luego, no dejará indiferente a quien tome lectura.
Se pueden ver
reflejados claramente a través de sus poemas las realidades sociales que
inquietan al autor, poemas llenos de sentimientos y arrebatos no fáciles de
abstraer en todos ellos, de muy buen regusto y conclusiones tras la asimilación
de los mismos.
La sonoridad y
rotundidad del lenguaje son características que definen, bajo mi manera de entender
y leer, a José Antonio. De verbo fluido y extenso, sin temer el uso de nuestras
antiguas palabras dormidas en la infancia de nuestras mentes, que, personalmente,
a mi me regresan al Santibáñez de los primeros ochenta. Santibáñez en el que, por
mi parte al menos, el autor ya era objeto de admiración, a raíz de esos bulos
tan nuestros, envidiosos pero nuestros, ruines y más nuestros. Así todo,
indispensables para un transcurrir indiscutiblemente marcado por los ritmos
imperturbables de las cosechas.
En cuanto a
los sentimientos que desprenden, al igual que el lenguaje utilizado, son
rotundos y claros. El amor es amor. El odio se teme. El desprecio, la
indiferencia, ofenden a despreciados e ignorados. Es decir: poesía en estado
puro, sentimientos.
José
Antonio Martínez Reñones
(Toral de
Fondo – Santibáñez de la Isla. León. 1962)
Así se define
a sí mismo el autor:
Si en verdad tengo que
pensar quién soy
me veo en un apuro porque no me miro,
necesariamente pues
no me veo, y si me encontrara por la calle ni
siquiera me reconocería. Mal voy
entonces, a contarme. Aún así, para que
tengan alguna referencia
de con quién tratan, creo que soy un muchos, un muchos de las fantasías
literarias y cinéfilas que, a la postre, resultan las
más veraces existentes: un mucho
de todos los antihéroes y algunos héroes; un poco de personas admirables y
alguna detestable que, por supuesto, me abstengo de confesar (lo haría
si estuviese contrastada la eficacia en la redención de los pecados).
En cuanto
a cómo me gano las legumbres.
O cómo se las como
a los demás, eso que usualmente
se le llama SER ALGO: pues bien, no quiero pecar de insolente, pero resulta que,
después de muchos análisis, resuelvo que yo no soy nada; aunque si el azar y los
azares que nos gobiernan siguen permitiéndolo sí que puedo continuar
SIENDO ALGUIEN. Entiéndanme:
sé que SOY ALGUIEN, principalmente, porque
de todos los impuestos que pago por mí mismo, ninguno se corresponde, a la
fecha, con el de bienes inmuebles.
Mas
prosiguiendo con las legumbres
y por concluir la primera
de las necesidades básicas,
en los pocos años que llevo de vigilia,
tantos han sido los
ires y venires que casi tengo por más fácil hacer recuento de lo que no he hecho
que deshacer el cuento de innúmeras faenas en las que he perdido el tiempo y
encontrado, con estadística repetición, reatas de imbéciles. En alguno de esos
trajines me he ganado, además, consecuentemente, una sólida reputación de indeseable,
cosa que no es poco teniendo
en cuenta el escaso valor que uno alcanza si no es jaleado por un nutrido coro
de fundamentalistas de todo tipo y situación y de sus respectivas
acéfalas parroquias. Aunque bien,
a la jornada de hoy no me quejo de haber podido salir indemne y suficientemente
nutrido en esta partida al mus de
mandriles aventajados.
Agradezcan que no me
explaye en la etapa de la mili y,
en fin, con esta escuálida hoja bautismal imagínenseme y pluguen al cielo por la
salvación de mi alma, que de la condenación de mi cuerpo ya me encargo yo.
UN DISCO
Autor/es //
Intérpretes:
Ella Fizgerald &
Louis Armstrong
Título:
Ella & Louis Sing
Gershwin
Discográfica:
Verve.
Verve tiene en
el mercado diversos formatos y recopilaciones del disco que sugiero. Se trata
sin duda de un binomio conocido y reconocido fácilmente. Las grabaciones que
realizaran juntos Ella y Louis supere la centena, en cuanto al número de
canciones o cortes. Es fascinante su versión del Porgy & Bess*,
pero quizás se haga un poco espesa para los no habituados al jazz y la música
sinfónica, ya que es lo requerido por la que, bajo mi punto de oída, es la mejor
obra de Gershwin. Así pues nos decantaremos por un recopilatorio que ha editado
Salvat recientemente, con el beneplácito de la casa discográfica anteriormente
citada. No sin advertir al que se anime, que lo que se debe observar a la hora
de adquirirlo son los cortes más que la edición. Hay muchas recopilaciones que
Verve ha puesto en la calle con infinidad de títulos, y a sazón de fechas
conmemorativas varias, y mil y una tretas de marketing urdidas en cada ocasión
para su venta. Por la misma razón no es difícil encontrarla módica de precio.
A continuación
recomiendo prestar atención a diferentes temas por la belleza y matices de las
voces, o soleos instrumentales, que es un punto a tener muy en cuenta, ya que
todas las grabaciones a las que hacía alusión están plagadas de la compañía de
las mejores orquestas y solistas de la época, que en el caso de las grabaciones
a las que nos referimos, indudable antología que va de 1956 al `59, unidas bajo
el común denominador de estar compuestas por Gershwin. Extraidas del “Porgy &
Bess”, “Ella Sing Gershwin” y “Ella & Louis At The Opera House”.
“I Got Plety O´Nuttin”;
Este primer corte forma parte de la
anteriormente citada “Porgy & Bess”. Destacaría del mismo el inicio orquestado
de la melodía, dibujada por la inconfundible trompeta de Satchsmo. El tema es
dulce, y,
el entrelazado de las voces se antoja perfecto. La aniñada voz de Ella se funde
rozando la perfección con el ronco y expresivo timbre de Louis.
“He Loves An She Loves”;
La voz de Ella, modulada con una profesionalidad y maestría fuera de toda duda,
te hace creer realmente en el amor del que te habla. Llamo la atención a:
escuchar la brillantez de los bronces de la Riddle´s Orchestra.
“A Woman Is A Sometime
Think”; El swing rezuma y rebosa por
todos los compases en este corte perteneciente, también, a la ópera folclórica
que referimos. Sinuoso solo de trompeta interpretado por Armstrong muy
bien acolchado por pianísticos acordes y
vientos de la orquesta de Rusell García.
“They Cant Take That
Away From Me”; Llamará nuestra
atención escuchar este reconocible y asociado a Sinatra, interpretado
magistralmente por mostrándonos, quizás, otros matices con anterioridad pasados
por alto en la versión renombrada del “crooner”, sin desmerecerla ni compararla.
“Les´t Call The Whole
Thing Off”; Magistral y divertida
lección de fonética inglesa impartida a contrabajístico ritmo. Podría referirme
y aludir este corte extraído del film de Fred Astaire & Ginger Rogers “Shal We
Dance” con mil comparaciones todas ellas fascinantes al oído, más me limitaré a
recomendar a los curiosos intenten escuchar la versión de la misma época grabada
por Billie Holiday, del azúcar al limón. El cinismo de Billie deja entrever su
dolor. Insisto en la misma recomendación para el
“A Foggy Day”.
“Strike Up The Band”;
Ingeniosa la combinación,
equilibradísima entre el swing y en los cambios, un aire circense.
“Sumertime”;
Además de ser tema universal, cantado por miles
de especializados en el género jazzístico, líricos, y los que somos de ducha y
nada más, encuentra en esta toma la más conocida de todas. La presiento perfecta
por el tiempo que les toco vivir a los intérpretes, en alusión un poco más
profunda, tiempo duro, de conflictos raciales y marginales para los negros en
USA, que, finalmente es el tema que los Gershwin abordan en el libreto.
Intocable por los siglos de los siglos.
“Oh Lady Be Good”
Donde Ella despliega todo su swing y sentido de
la composición, (no en vano condujo con éxito una orquesta con menos de 25 años,
la de Webb, a la muerte de éste). Coquetea,
tanto con el solista como con el publico. Sckatea con una maestría
adquirida durante esos años de grabaciones y giras con Armstrong
(inventor de la técnica) y perfeccionada por sí misma, llegando a la exquisited
absoluta, bajo la opinión de la que escribe,
en el “Jobín Song Book” de los primeros `80.
Solamente ya hacer mención
a la impecable producción de Norman Granz en los temas del “Ella Sings Gershwin”,
donde aparece acompañada entre otros por: Lester Young (Tsx), Oscar Peterson(P),
Stan Getz(Tsx). Y pedir tras escucharlo, al que lo haga, concluyan tras la
lectura de este, pensando en lo sentido, porque si han sentido, si las voces han
llegado, toda esta verborrea sobrará. El jazz con su swing habrá penetrado en
vuestros corazones.
*Porgy
& Bess: Ópera folclórica norteamericana; lo
que vendría a ser nuestra zarzuela.
*George
Gershwin: N.York 26 de Septiembre de 1898 /
Beverly Hills,(California) 11 de Julio de 1937.
Posiblemente sea
indiscutible su título de compositor estadounidense más célebre. Creador de un
lenguaje musical que dio cohesión a las distintas razas y clases sociales de un
país en aquel entonces en plena ebullición cultural, social... en definitiva la
creación de un nuevo pueblo basado en la fórmula de la mezcla de todos los
pueblos. Su música se ha interpretado en las más diversas versiones y
escenarios, salas de concierto clásicas, clubs de jazz, teatros de Broadway, sin
faltar escenario Holliwodiense.
La popularidad de Gershwin
partió a principio de los ’20 cuando Paul Whiteman popularizó con su orquesta
la, a partir de entonces, popular ”Rhapsody
in
Blue”.
Ella Fizgerald:
New Port New (Virginia), 25de Abril de 1917 /
Beverly Hills (California) 15 de Junio1996.
En 1934 una jovencísima
Ella salió finalista de las míticas sesiones semanales “Amateur Night Show” que
el Apolo Theatre de Harlem organizaba. Todos los presentes en la misma quedaron
fascinados por la naturalidad y frescura de su voz, acompañada de un sentido
rítmico preciso y envidiable. Tiene la suerte de haber contado esa noche entre
el público con la presencia del arreglista y saxofonista Benny Carter que,
impresionado, intenta convencer tanto a Benny Goodman cómo a Flecher Henderson
para que la contraten, quedándose finalmente con el diamante Chick Web. A la
temprana muerte de éste, Ella Fitzgerald
se
hace cargo de la dirección de su orquesta, denominándose desde entonces “La Gran
Orquesta de Ella Fitzgerald”.
En 1942, cansada por el
esfuerzo que suponía cantar y dirigir a diario, disuelve la formación. Es en
este momento donde por primera vez se cruzan las vidas de Ella y Louis, con
quién grabará memorables sesiones y aprenderá la difícil técnica del “Scat”,
dejando muestras históricas en temas como “Lady Be Good”,”How High The Moon”, o
la primera versión del “Flying Home”. En 1949 entra en contacto con Norman Granz,
empresario amante del jazz, y organizan la conocida a nivel mundial “Jazz At The
Philharmonic” actuando con los más grandes instrumentistas de Jazz y
consiguiendo el reconocimiento por parte de la crítica, denominándola desde
entonces: “The First Lady Of Song”.
LOUIS ARMSTRONG:
nació el 4 de julio de 1900 en New Orleáns (Louisiana) Falleció en su casa de
Corona (New York) el 6 de julio de 1971.
Nace en el seno de una
familia muy pobre y en uno de los barrios marginales de aquella ciudad. Sin
antecedentes musicales en su familia, su interés por este arte se germina oyendo
tocar en su ciudad natal las célebres bandas Neorleanesas que desfilan
habitualmente por las avenidas de la ciudad. Su primer contacto con la música
tuvo lugar en un reformatorio para niños abandonados cuando es admitido por
buena conducta en la banda del reformatorio. Allí, aconsejado por el director
musical de la misma, Peter Davis, opta por la trompeta entre otros instrumentos.
Cuando en 1914 sale del reformatorio, empieza a trabajar en los cabarets de
Storyville, donde estaban concentrados todos los locales nocturnos de la ciudad,
y allí conoce al cornetísta King Oliver. En 1918, con una bien ganada reputación
como corneta, es contratado por el director de orquesta Kid Ory. Poco tiempo
después, es Fate Marable quien se fija en él para que se incorpore a su
prestigiosa banda que actúa diariamente en los barcos de vapor que navegan por
el Mississippi. En 1922, llega su gran oportunidad: King Oliver lo llama para
que se incorpore a su "Creole Jazz Band" en Chicago. Allí comienza su apoteósica
carrera. Graba sus primeros discos y su fama llega a oídos del mismísimo,
Fletcher Henderson, el mejor director de orquesta negro del momento, quien le
ofrece un contrato para que se una a su banda. En sólo un año, revoluciona el
estilo y la forma de tocar de sus compañeros y graba con las mejores cantantes
de blues de la época, entre otras con la gran Bessie Smith. Entre 1925 y 1928,
inicia uno de los capítulos más trascendentales de la historia del jazz. Forma
sus dos propios grupos, primero los "Hot Five" y luego los "Hot Seven" y las
grabaciones de aquellos años constituyen la semilla germinal de todo el jazz que
hoy conocemos. Son diecisiete años al frente de grandes formaciones. Viaja a
Europa por primera vez en 1932, vuelve en 1934 consiguiendo un espectacular
éxito en Paris. Hollywood lo reclama y aparece en numerosas películas de
diferente índole. A mediados de los años cuarenta, forma su celebérrimo grupo "All
Stars" con el trombonista Jack Teagarden, el clarinetista Barney Bigard, el
pianista Earl Hines, el baterista "Big Sid" Catlett, y el contrabajista Arvell
Shaw. Con ellos, Louis Armstrong se presenta el 13 de agosto de 1947 en el club
"Billy Berg's" de Los Ángeles, y esa nueva etapa se prolongaría hasta el final
de su vida.
Grabó innumerables discos,
ofreció magníficos conciertos, sus músicos se renovaban sin que la calidad del
grupo se resquebrajara. Acercó el jazz a todos y ejerció de embajador del
mismo por los cinco continentes.
CATALINA SECO MARTÍNEZ
FEBRERO - 2004