GRACILIANO PALOMO
Presidente de la Seiasa del Norte
 

http://www.diariodeleon.es/entrevistas/noticia.jsp?TEXTO=3601955

Jueves, 14 de Septiembre de 2006

«Modernizar los regadíos es el primer pilar del futuro de León»

El abogado y directivo leonés valora la adhesión de los agricultores leoneses al programa de renovación de estructuras agrarias que se impulsa desde el organismo que preside
FirmaL. Urdiales Lugarleón  

«Modernizar los regadíos es el primer pilar del futuro de León»

Graciliano Palomo hace balance del programa de consolidación y modernización de los regadíos que impulsa la Seiasa del Norte, el organismo que preside desde julio del 2004; el plan acaba de completar los 179 millones asignados para todo el territorio que le compete a la sociedad dependiente del Ministerio de Agricultura, con actuaciones en cinco comunidades de regantes de la provincia leonesa: casi 25.000 hectáreas con una inversión total de 166 millones. El presidente de la Seiasa insiste en que el plan, que ha completado con éxito sus previsiones iniciales, no se ha cerrado.

-¿Encontró receptividad entre los agricultores a la hora de exponer las pretensiones del plan de modernización de regadíos?

-La situación debería analizarse por zonas, en primer lugar. Las provincias que por lo general tienen más agua y a precio más asequible, entre las que se encuentra León, mostraban de entrada menos interés para sumarse al plan, Sin embargo, las comunidades de regantes de, por ejemplo, Salamanca, Valladolid o Burgos, que sufren más escasez de agua o se han visto obligados a pagar tasas por elevación, mostraron menos problemas para adherirse a estas actuaciones. Otro de los asuntos que incidieron en la decisión fue el tramo de edad de los productores; las comunidades de regantes que tienen más jóvenes se decidieron antes que donde había más edad; también hubo más premura en la decisión afirmativa en las que dominan las agricultores sobre los propietarios. Escasez y coste de agua, jóvenes y agricultores; estos tres parámetros decidieron.

-Ya se han alzado voces a favor de otorgar más capacidad decisoria al que trabaja la tierra frente al propietario. ¿Ayudaría un movimiento en ese sentido?

-Eso no le corresponde en ningún caso a la Seiasa. Deben ser otros quienes se manifiesten al respecto; se promueve convertir a las comunidades de regantes el papel de banco de tierra de forma que puedan facilitarse a través de ellas las transmisiones de propiedad, los arrendamientos, las permutas y todas la operaciones sobre la propiedad de las tierras que siguen siendo en un panorama minifundista un problema fundamental para modernizar. Eso es lo que no se acabará de modernizar totalmente mientras las fincas agrarias tengan unas dimensiones tan reducidas como lo tienen por término medio en esta zona nuestra.

-¿Es decisivo el apoyo de otras administraciones con competencias en la estructura agraria para impulsar la modernización?

-Alabo la decisión de la Junta de primar la reconcentración en las zonas en las que se va a decidir la modernización para regadíos. Los dineros públicos tiene que aprovecharse de esta forma. También me parece una apuesta decisiva el último apoyo financiero comprometido que refrenda los acuerdos anteriores.

-Con todo ese refrendo, parece que las comunidades de regantes leonesas susceptibles de recibir mejoras recibieron la información con cierto escepticismo.

-El proceso lento de adhesiones al plan de regadíos no creo que fuera un problema provincializable; sí es de que en la zona sería un problema menos urgente. Lo que puedo asegurar es que cuando tomamos contacto con ellos el panorama estaba muy verde. Tenían una vaga idea de lo que era el programa, y les parecía algo exótico y hasta casi como un lujo. Hemos estado tratando de convencer de que era una necesidad para el futuro. Elemental para el desarrollo.

-Tampoco parece que hubiera mucha uniformidad en la aceptación del plan.

-Hemos visto que las juntas de regantes, las directivas, están por lo general bastantes convencidas de la necesidad de modernizar; y que tienen muchos problemas para convencer a los miembros. Y ahí volvemos a que muchos de esos comuneros o son propietarios no agricultores o son personas de edades mayores a los que los proyectos de futuro les quedan lejanos o ajenos.

-¿Tuvieron dudas a cerca del método más efectivo para llegar al agricultor, como beneficiario último de las mejoras?

-Ha sido un proceso muy denso, con una agenda en la que no ha habido descanso. Y utilizamos todos los medios técnicos a nuestro alcance; ediciones de deuvedés, folletos informativos, inserciones en revistas especializadas.

-¿El sector agrario muestra más unanimidad a la hora de reconocer los beneficios del plan?

-El más inmediato es la comodidad para el agricultor, dado que la tarea del riego es una de las que más ocupa al agricultor. Esto es lo más inmediato y lo que más va a incidir en la vida del productor que podrá dedicar más tiempo a otras actividades agrarias o multiplicar la producción; luego, otros beneficios económicos; más productividad y más ahorro por reducción de costes; y los medioambientales, a largo plazo, los más importantes porque reduce el gasto de agua o la contaminación por fertilizantes. Los beneficios redundan en toda la sociedad a medio y largo plazo; creo que de esto no le cabe duda a nadie.

-Con las cifras económicas y la extensión a la que afecta el plan ¿cabe hablar de una nueva reconversión para el campo leonés?

-Este es, como poco, el primer pilar para asegurar el futuro de la provincia de León, que sigue siendo el sector básico de la estructura de nuestra economía. Y además es el primer paso para la nueva agricultura del siglo 21, que no sabemos cómo va a ser, pero que no se va a parecer prácticamente nada a la que tenemos ahora. Ya vislumbramos en el horizonte el cultivo de plantas oleaginosas o energéticas para la producción de carburantes que serán las que ocupen la mayor extensión productiva y tal como van los precios del petróleo no sólo será conveniente, si no una necesidad. Para eso es preciso estar preparado desde ya; desde ahora.

-Existen reticencias en el sector a cerca de la fórmula acordada para financiar el plan. ¿Cree que es asumible para el agricultor medio leonés?

-En una agricultura productiva es perfectamente asumible la financiación de este plan; de hecho ahora hay agricultores que están pagando en facturas de gasóleo para impulsar la aspersión de los regadíos más de lo que vale la cuota anual de la amortización por hectárea de los nuevos regadíos. Pero vuelvo al matiz que hace exclusiva esta actuación: nadie puede cuestionar los criterios que tiene cada agricultor a la hora de decidir si se suma al plan o no; si lo ve rentable para él, según su situación. No se puede obligar a nadie a acogerse.

 

«Se auguró el fracaso y ahora la demanda ya supera la asignación»


 
-¿Seguirá el campo leonés hasta la modernización total de los regadíos?

-Sería utópico o iluso pensar que todo el mundo va a ver imprescindible este plan, que toda la gente daría prioridad a modernizar su explotación de regadíos. Pero también es previsible que la propia transformación de infraestructuras, el aumento progresivo de la extensión de las fincas que resulta directamente proporcional en la rentabilidad de este sistema de riego modernizado, y el relevo generacional, terminarán por completar el proceso.

-¿Tiene sensación de que la función de la Seiasa es poco conocida?

-Algunos no sabían que era; otros tenían una idea muy vaga. Y no sé cómo interpretarlo. Lo cierto es que cuando me encargaron este proyecto, era un poco un muerto que había que levantar; y había gente convencida de que iba a ser un fracaso y habría que devolver el dinero asignado a la Seiasa del Norte (179 millones de euros) para acometer este plan; ahora la demanda de actuación ya supera al presupuesto asignado.

-En verano parecía que los plazos previstos (obras antes del final del 2006) eran utopía; ¿se cumplirá el calendario?

-Por resumir la historia, este programa se perfila en el año 2002 - como un apartado de la consolidación y modernización de regadíos que se concibieron por el PNR de 1999- cuando se firman convenios del Seiasa con comunidades de regantes; algunas no adoptaron acuerdos legales para adherirse a los planes hasta hace recientemente. Hemos ido contrarreloj para cerrar antes de mayo las adhesiones y así poder cumplir los plazos; falta mucho trabajo aún. Está establecido que todas las obras estén en marcha antes de año y medio.