CRUZ CRUCE CRUCERO
Cruce es el lugar donde se cruzan dos caminos o carreteras.
Crucero es la escultura de una cruz en una calle, plaza o cruce de caminos, instalada sobre una serie de peldaños.
Cruz es la figura formada por dos líneas que se cortan perpendicularmente.
- Reverso de una moneda.
- Sufrimiento o agobio prolongado, hoy diríamos marrón.
- Aceptar la cruz es abnegación ente una obligación costosa.
- Lugar señalado para recuerdo y visibilidad.
- Hacerse cruces es asombrarse.
Se diría que es la figura más sencilla y práctica de realizar y recordar, pero la acepción más conocida y utilizada es la de dos maderos desiguales puesto en pie el más largo y cruzado por el pequeño en su parte superior. En pueblos de la antigüedad, entre ellos los romanos, ajusticiaban a los malechores en una cruz. Así ejecutaron a Jesucristo, convirtiéndose en paradigma de todo martirio.
El primer símbolo de los cristianos fue el pez, cuya figura dibujaban en el suelo para significarse y darse a conocer con discreción y no ser detectados en tiempos de las persecuciones y martirios en el coliseo y demás lugares. Después fue el cordero la figura de identificación. Con la eliminación de las persecuciones y el edicto de Milán con el emperador Constantino se empleó el crismón con las letras alfa y omega y el aspa. Fue la madre de Constantino a quien se atribuye el descubrimiento del madero donde fue crucificado Jesucristo, llamado el “lignum crucis”, cuyas reliquias han sido cotizadas y reclamadas por toda la cristiandad.
El valor del martirio es extraordinario e incalculable, y hasta entonces desconocido, y nada que ver con el suicidio por caer en desgracia, caso de Sócrates y más tarde Séneca; es decir: Sangre de mártires semilla de nuevos adeptos, o si el grano de trigo no muere no da vida.
A partir del estilo románico en todas la Iglesias preside la figura de Jesucristo en la cruz. Bien es cierto que la cruz fue a veces utilizado como símbolo de poder, opresión o fanatismo, léase las cruzadas o la usurpación de bienes y marginación de los judíos.
Considero la figura, estatua del Sagrado Corazón de Jesús, es decir de cuerpo entero y vestido, como la más adecuada, sugerente, emotiva y entrañable. En un libro de dichos graciosos de niños, publicado con fines benéficos, una madre enseñaba a su hijo pequeño un crucifijo y le dijo: mira, este es Jesús que por envidia y por decir las verdades lo crucificaron en una cruz. El niño le dijo: ya, pero yo prefiero recordarlo en sus buenos tiempos. Y claro que sí, esos buenos tiempos eran cuando predicaba las bienaventuranzas, cuando comía con pecadores y cuando curaba a los enfermos. Y también cuando llamaba hipócritas a los sacerdotes-rabinos, a los fariseos y saduceos.
Se dice en el credo que Jesucristo volverá de nuevo al final de los tiempos, o sea, cualquier rato, pues los tiempos no tienen fin; y de seguro que no se aparecerá ni al clero, ni a los políticos, ni a los pudientes, y de seguro que estos lo volverán a crucificar.
Honorino Joaquín Martínez Bernardo