COMUNICACIÓN Y GRAFÍAS

   
   
El deseo de comunicación entre los humanos se pierde en la noche de los tiempos; y la utilización de símbolos o grafías es un método para que la comunicación pueda ser diferida en el tiempo y el espacio.

    Muchas han sido las formas de transmisión de ideas, conceptos, conocimientos, sentimientos, sugestiones, etc.; la transmisión oral puede que sea la más eficiente de las comunicaciones. La comunicación gestual sería la más primigenia, la más genuina, la más verídica y la que sale por lo general del subconsciente.

    El arte ha sido otra de las formas de comunicar, aunque con mucha más simbología. La misma pintura del contorno de la mano sería una de las primeras formas de comunicar y de transcender. Las incisiones (escritura cuneiforme), los dibujos de animales y objetos (escritura jeroglífica), los nudos y colores de la cultura inca, los grandes dibujos de la cultura Nazca, y otros que seguramente se han perdido, dan una idea de la imperiosa necesidad de comunicar del ser humano.

    Ni que decir tiene que los fenicios idearon un alfabeto muy práctico, con un número reducido de signos y que sigue siendo en la actualidad el más usado. Fue toda una revolución.

    Los soportes de las grafías han variado mucho, desde las grutas y rocas, pasando por las tablillas de barro cocido, láminas de cera, pieles curtidas de animales jóvenes, hasta que llegó el papiro (palabra que dio origen al actual papel) y las fibras y pastas vegetales.

    También la tintura ha pasado por una variedad de sustancias, desde la sangre y grasas animales, diferentes piedras molidas, hasta los productos químicos de la actualidad.

    De los escribas de la antigüedad, los amanuenses y copistas medievales, pasando por la revolucionaria imprenta, hasta la digitalización de la escritura actual, la rapidez ha sido una carrera constante.

    En el ultimo año de mi internado, como había pocas máquinas, fui el ultimo en aprender mecanografía. Tuve la satisfacción de hacerlo con todos los dedos, lo que me sirvió para ser escribiente durante el servicio militar, y me vino bien para ser secretario de la Junta Vecinal (Pedanía) de Santibáñez de la Isla. También inicié por mi cuenta aprender taquigrafía, con poco éxito.

    Escribí un artículo con el título: “El boli y la escritura manuscrita”, y que escaneado se observaba mi grafía,  publicado en la página web de Santibáñez; no cuestionaba la letra impresa, pues ambas son complementarias. Tengo que reconocer que ahora dispongo de ordenador, y me resulta muy práctico para escribir artículos; gracias a ello he publicado bastantes artículos sin tener que recurrir ni molestar a otras personas, y aunque el borrador siempre lo hago manuscrito, es una grandísima ventaja corregir palabras, insertar párrafos sin la molestia de reiniciar el artículo.

    No uso emoticones en los mensajes de móvil, más bien por tradición, pero no los critico, en algunos casos pueden ser más rápidos  y en otros, por ejemplo en disléxicos, pueden ser muy pedagógicos.

    No tengo libros electrónicos, ni descargo libros; pero considero que tienen su espacio; nunca desplazarán al papel pues conviene el doble archivado, los libros de papel son menos evaporables, aguantan mejor las inclemencias, y no precisan ni baterías ni electricidad, y desde luego son más entrañables.

    La comunicación a distancia sería posterior a las otras, ejemplos de ella son: el fuego, el humo, los toques de campana, el txalaparta vasco (golpeo vertical de palos sobre un tablón), las palomas mensajeras.

    La aparición de las ondas eléctricas en  el siglo XX ha revolucionado extraordinariamente la comunicación: la telegrafía (emisión de punto y raya y demás signos), la telefonía (emisión de sonidos) y la televisión (emisión de imágenes) han sobredimensionado la transmisión de estímulos, añadiendo que estos mensajes se pueden almacenar y reproducir a conveniencia, supone el no va más. Sin embargo estas ondas son susceptibles de ser manipuladas. Es evidente que la comunicación presencial es la más completa, recomendable, fiable y saludable.

    A mi maestro de primaria, Don Ricardo, le oí la frase: Lo que se escribe en la arena es fácil de hacer, pero se borra con facilidad, sin embargo lo que se graba en piedra o metal es difícil, pero dura mucho. A imitación he ideado: Lo que se graba en piedra o metal a la larga llega a borrarse, pero lo que se graba en el corazón de una persona es eterno.    

 

Honorino Joaquín Martínez Bernardo