LAS MONTAÑAS DE JESUCRISTO
  

   Los montes siempre han tenido magnetismo. Oí en cierta ocasión: las montañas son tan importantes que donde no las tienen, las construyen (clara alusión a las pirámides de Egipto y del imperio Maya). Suelo decir que subir a un monte es un ideal de sublimación, desear la ingravidez. Muchos pueblos y tribus han considerado sagradas a sus montañas cercanas.

   En la vida de Jesucristo se mencionan tres montes, el de las bienaventuranzas, el Tabor y el Gólgota.

   En las bienaventuranzas Jesucristo está diciendo que la injusticia, la prepotencia y la venganza nunca llegarán lejos. No es un canto a la cobardía, su ajusticiamiento deja bien claro que fue valiente. Da a entender que aplicar el ojo por ojo crea un círculo vicioso que terminaría con la humanidad. Da ejemplo de mansedumbre en el pasaje en el que dice que si  te abofetean debes poner la otra mejilla, y también cuando, ante Pilatos, al no responder Jesucristo a una pregunta, un soldado le golpea y Él le pregunta por qué le abofetea.

  Recuerdo que en la mili un soldado armó mucho ruido y yo le increpé dando voces. Él, aceptando su error, me miró fijamente sin mover un solo músculo. Aquella actitud me dejó desconcertado, pues yo esperaba que él contraatacase en el mismo tono que yo empleé. Fue una gran enseñanza para mí.

   El Gólgota era una pequeña elevación, pero suficiente para hacer bien visibles las ejecuciones y advertir que el desacato a la autoridad traería funestas consecuencias.

   El monte Tabor es el lugar del éxtasis, la plenitud, la placidez y el máximo bienestar. Es el óptimo estado de bienestar, un torrente de hormonas relajantes, con una satisfacción tal del cuerpo humano que se siente uno como ingrávido. ¿Podría ser esa la causa de poder  Jesucristo caminar sobre las aguas? Ausencia de dolor, de hambre y de sed, ¿sería la causa de que sobrasen panes y peces en la multiplicación? Tanto se disfrutaba en ese lugar que Pedro diría: ¡Qué bien se está aquí!  ¿Hacemos tres tiendas? Los místicos seguro que tendrían similares sensaciones y sentimientos.

 

Honorino Joaquín Martínez Bernardo