FUTURO ESPERANZADOR
No deja de ser una enorme alegría que varios de nuestros amigos/as y colegas de Santibáñez hayan tenido a sus treinta y bastantes años su primer retoño.
De acuerdo que tienen mayoritariamente su vida fuera del pueblo, pero siempre se acercarán a Santibáñez. Unos mes y medio; otros veinte días; algunos, tal vez, cuatro fines de semana al año. Pero todo vale, aunque haya algún receloso que diga que sólo vienen a llevar; no deja de ser una extraordinaria virtud el ser dadivoso. Sin embargo, estoy seguro de que algo nos dejan; por ejemplo, tolerancia, respeto y cultura, por supuesto.
El verano pasado me resultó muy agradable ver la presencia de una pandilla de chiquillos oriundos, de entre 10 y 12 años. Sé que alguna queja provocarían por travesuras, pero seguro que fue peor el silencio que dejaron tras su marcha. Y es que el bullicio infantil es un maravilloso y alegre sonido. Aparte, lo divertido que resulta su participación en el desfile de carrozas y disfraces en la Fiesta de Agosto.
Sigo siendo
optimista. Santibáñez tiene un esperanzador futuro. Mucho más
de lo que algunos creen y ello, porque estamos empeñados en que así
sea.
Habrá épocas tediosas, solitarias y aburridas, como febrero, noviembre.
Pero siempre estarán ahí las Navidades, Semana Santa, el verano
y varios puentes.
Es también alentador ver la asidua presencia de los jóvenes y de los que no lo son tanto, de Villarnera y Sta. Mª de la Isla, en nuestro bar. Claro que hay que ver detrás de todo esto el buen hacer de Paco como relaciones públicas.
Santibáñez puede y queremos que sea y siga siendo: “Punto de encuentro y punto de referencia”. Marco incomparable y capacidad humana no le han de faltar. Y para demostrarlo, ahí están esas parejas que en este año van a iniciar su andadura como tales.
Enhorabuena a ellos y a todos nosotros.
Honorino J. Martínez