EL PARQUE ES VITAL

Me da la impresión de que aún no nos hemos dado cuenta de la grandísima importancia que un Parque tiene. Algunos hacen como el del cuento ruso, que pasaba por el bosque y sólo veía leña; y así, piensan que estaba mejor plantado de chopos. ¡Ojo!, éstos también necesitan cuidado. Pero nuestro Parque no deja de ser un museo de árboles, lo que comúnmente se llama Jardín Botánico, y no tardará en poseer tarjetas identificativas.

Una zona verde contiene un valor ecológico, social y psicológico. Se me podrá rebatir diciendo que los beduinos ven desierto toda su vida y ahí siguen. No es del todo cierto, pues de cuando en cuando acampan en algún oasis. Y además, los estados prístinos, creadores de la civilización, basaban su economía en el regadío, y siempre dispusieron de jardines.

Se podrá decir que en Santibáñez sobra Parque; pero hay que ser solidarios con el oxígeno que generan nuestras plantas; no quisiera que dijeran que nos proporcionarían (solamente) la lluvia que evaporase nuestro suelo.

Se dice que los forasteros se burlan, porque lo tenemos descuidado. Eso es cochina envidia, porque ellos no tienen ni un metro cuadrado de parque, ni cuidado ni por cuidar. Además, que cada uno se haga examen de conciencia sobre lo que trabaja para mantenerlo limpio; y que no me vengan con aquello de "yo estoy muy ocupado", que gente con mucho trabajo, en febrero y marzo cumplen. Por lo demás, no todos los trabajos en el Parque tienen que ser por hacenderas, aunque algunas de éstas son imprescindibles. Pero las más de las veces, cuando damos un paseo por el Parque, una vez podemos recoger una rama del suelo y llevarla al lugar de las hogueras (detrás de las viviendas y la del pasadero); otra vez arrancamos una mala hierba al lado de un árbol; otra más cortamos con la navaja un brote de una planta a ras del suelo; otra, cuatro "gadañazos" a una hierbas altas, etc. Y, cuando haya que sacar la hierba segada, ya aparecerá algún tractor con remolque. También hay que pensar que los árboles cada vez serán más grandes y que menos criará la hierba.

Aunque no se pudiese cortar la hierba, introducir las ovejas en el Parque, sólo conseguiría que comiesen unas pocas hierbas dejando la mayoría, con el consiguiente aspecto desolador, a parte de que comen los brotes, hojas y cortezas de plantas pequeñas.

De los árboles con fruto comestible, valoro el oxígeno, la sombra, el frescor, la relajación que produce el verdor, etc. y en último lugar las castañas y las nueces; por lo que si algunos vecinos, de los que se dice que nunca trabajan en el Parque, apañan, de no hacerlo, pueden llevar una gran desilusión. Pero esos no son argumentos para que los árboles tengan que ver el filo del hacha, en venganza. No me entra en la cabeza.

Se me acuerda ahora una fotografía aérea, que vi hace poco tiempo, de Santibáñez, de primeros de julio de este año, y la verdad es que sentí pena, porque en el Parque sólo se veían unas pocas manchas verdes, y el resto todo amarillo.

Termino con una frase que nunca me cansaré de repetir: quién realiza una tarea para la comunidad, él es el primer beneficiario de esa obra.

                                                                                         H.J.M.B.