PASCUA, PASO, PUERTA, PUERTO, PUENTE
 

    Pascua viene del hebreo “pesah” y quiere decir sacrificio por la inmunidad del pueblo; pero tradicionalmente significaba paso, también podía entenderse por salvación. Para el cristianismo Pascua es la festividad de la resurrección de Jesucristo, también Navidad y Pentecostés.

    Paso significa progreso, diligencia, gestión, tránsito.
    Puerta: posibilidad, medio, camino para alcanzar algo, lo que está próximo a suceder.
    Puerto: abrigo para atracar embarcaciones, aduana, zona de pastos en verano, paso de montaña.
    Puente: paso sobre un río, salvar un trayecto terrestre o marítimo, salvar un corte en una línea eléctrica. Siempre recordaré el aparato eléctrico que nos enseñó el profesor de física el ultimo año de bachiller (una “lámpara” cilíndrica, que conectada a la red provocaba dos auténticos puentes eléctricos, chisporroteantes y zigzagueantes, de color morado, que salvaban el distante y discontinuo del cable eléctrico). También sortear una obstrucción o corte en una vena o arteria sanguínea.
 
    De estas cinco palabras, a parte de tener en común la “ p “ inicial, tienen en común el significado de: acceso a otro lugar, a otro estado material, o a otra situación. Denotan cambio y movimiento y, las más de las veces, apertura de una frontera.

    Es, claro está, en la significación metafórica en la que quiero incidir. Paradigmático es el “Paso“ de Amstrong en la luna. Amplia significación tiene “llegar a buen puerto". Motivadora es la frase: donde una puerta se cierra otra se abre. Tender puentes es apaciguar diferencias. Poner un puente de plata es facilitar un trámite.
 
    Es la palabra “Puente” la que sin duda más me sugiere, tal vez porque vivo al lado de un puente y en la calle El Puente; también porque en esta llanura aluvial que surca el río Tuerto, el puente que lo cruza es un cinturón que abrocha caminos y cauces de agua. El Puente tiene una gran carga magnética y referencial, hablamos con frecuencia de “puente aéreo“, de puentes hacia la modernidad, hacia nuevos horizontes o a hacia nuevos campos del saber. Ha habido personajes que han sido puentes entre diferentes mundos, citaré a Aristóteles, Leonardo da Vinci, Cristóbal Colón, Galileo, Newton, Darwin, Freud, Einstein, Jesucristo.

    Diría que la humanidad actual necesita una gran transformación social. La mayor parte de la riqueza está concentrada en unas pocas manos, la contaminación del planeta nos esta ahogando literalmente y la emigración extraplanetaria todavía no es posible.

    Fantaseando, o no tanto, un “Puente móvil“ podría llegar a ser una estación espacial internacional entre las lunas del planeta Júpiter Io y Europa. La primera es un continuo de volcanes, ríos de lava y plumas de azufre, captando energía de Io. Se podría obtener agua del supuesto océano líquido bajo la gélida capa de la luna Europa.

    Se necesitan sólidos puentes de solidaridad, justicia y sinceridad, estoy convencido de que surgirán referentes, autoridades morales y visionarios que nos lleven hacia una nueva y eterna humanidad.

 

Honorino Joaquín Martínez Bernardo