En el corral de una casa
Justo y su hermana Adela tienen que madrugar para iniciar las tareas del
día. Deben preparar el carro para ir a abonar una tierra. A su regreso del
campo les espera un montón de garbanzos que tienen que varear.
Adela: Aúpa, monín, que ya salió el sol y tenemos que dir abonar la tierra los Arrotos.
Justo: Es templano, entoavía. En
cuanto despierte, me levanto escapao.
Adela: Son
las seis. Anda, holgazán, espurre las
piernas y avíate aprisa.
Justo: Tráeme
el palancanero
que me voy a esjuagar
la boca.
Adela: Tienes
la palancana con agua al pie del catre la cama.
Justo: ¿Dónde están las galochas? Pa
andar por el corral, que el arbañal está mojao.
Adela: Las dejeste en un pasal
de las escaleras.
Justo: ¿ Qué hiciste
pa almorzar
? Hay que lambriar
algo pa no destemprarse.
Adela: Encima el escañil tienes una cazuela patatas. Encieta una hogaza pan que está en el aparador. En el larguero
hay un güeso.
Escogóllalo si quieres.
Justo: Tengo que p
Adela: ¿Se mancó?
Justo: No. Paece que no. Sólo un resbuño en el
pescuezo.
Adela: Y ¿cómo ¡diantre! se mancó?
Justo: No lo sé. Tien la cadena entre las patas
delanteras. Suéltala de la argolla la peselbera. Vete espacín y aflójala
un poco mientras levanto la pezuña.
Adela: A ver, ¡diantre! Qué aperios son estos.
Venga, que paece
que estás engarniao.
¿Lo ves? Ya está desenratao.
Saca fuera el ganao que llenamos el carro de abono.
Justo: Hay que uñirlos cuanto antes. Aqueda el moro,
que paece
que quiere escapar.
Adela: Mira cómo se relambe entovía de la cebada que ha comío.
Justo: Coge una bilda y yo otra y aguantaremos más.
Adela: No cogüelmes demasiao, no sea que vayas escarramando el
abono por todo el pueblo.
Justo: Pierde cuidao que en un momentín engarrio por las costanas y encalco un
poco.
De vuelta de la tierra los Arrotos, una
vez desparramado el abono, respetando las liendes, Justo propuso a su
hermana que se pusieran a desgranar los garbanzos.
Adela: Las matas de los garbanzos ya están
calientes, así que podemos emprencipiar a esgranarlas.
Justo: Hay que dejarlos bien tendidos y dispués tú con el varal
apúrrialos bien. Yo con el macín los iré majando. A ver si pa las doce hemos terminao la faena. Entresiesta, los
limpiamos bien con el bildo
y la ceranda. Llenaremos bien la metá de una quilma. Que tengamos suerte.
Servando
Pan
Octubre 2006