Ríete un
poco
·
El
ti Leonardo, en los años 40, iba con frecuencia a La Bañeza
siempre que hubiera algo que
vender o comprar. Había que ir andando, en burra o salir al apeadero de
- Leonardo, ¿vas a La Bañeza?
-Sí.
-
¿Me traes levadura?
-No.
·
Mateo
y Clemente, ambos con cargos en el ayuntamiento, el primero como juez y el
segundo como secretario, tuvieron que despachar un asunto que requería su intervención. He aquí el
diálogo entre los dos:
-
Mateo, ¡cuye! Tienes que poner una denuncia al respecto.
-
No traje las
gafas.
-
Te dejo unas que tengo aquí.
-
¡Huí! Pe que veo
mejor.
-
Pues no tienen cristales...
·
El
ti Florentín, el ti Eugenio y el ti Miguel Maura andaban regando con el agua de Villagarcía,
por el camino Posadilla, los dos primeros entre
- No me hagas dir allá,
porque te hago cadávere y te meto en un atabuce.
·
Falaganín de Estébanez se dedicaba
a la chatarra y a todo lo que de su compra y venta por los pueblos pudiera sacar un provecho.
Solía ir en burro de un sitio para otro. Un
día, al pasar delante de la puerta de
- ¡Paisano! ¿A cómo andan los güevos?
- Parriba y pabajo,
señora, al paso de la burra. ¡Arre burra!
·
En
cierta ocasión, Gervasio y Clementón salieron a
cazar. Andando por el monte,
a un momento dado decidieron separarse. A unos
- Sevirina,
hazme un par de huevos porque vengo encabronado. Gracias que el tabardo era de roble si no me
perfora la barriga.
·
Muchos
conocimos a Amparo
- Nietica, hija, que me duele
Una vez dispuesto al artefacto para semejante menester, la abuela se agacha, da
la vuelta,
levanta las sayas sobre su cabeza y le dice a la nieta:
-Achúfame a la reactancia.
La nieta obedece pero se confunde de agujero.
-Peque te has cubicao de bujero,
hija mía. Ponlo bien, anda.
Octubre
2007