La distancia que marca el paso del tiempo hace necesario el recurso a la lucha contra el olvido. Cuando los recuerdos empiezan a diluirse en él, buscamos medios para avivarlos. Con ese fin elaboramos este reportaje.
La Fiesta de la Amistad constituye cada verano el hito central de la convivencia entre todas las personas que tienen algún gen de Santibáñez. Cada año marca un antes y un después que se alarga hasta el año siguiente.
Los avatares que ocurran a lo largo del año condicionan pero no anulan este acontecer. La tenacidad de nuestros jóvenes se encargará de hacer frente a las continuas adversidades ya sean económicas o generacionales. Siempre se encontrará una salida airosa para que el evento central de la convivencia no decaiga. Como muestra de ello tenemos el programa de fiestas que cubre cada momento de los días festivos y se acomoda a las edades más diversas. Cada uno tiene su hueco específico en la fiesta si no desea apuntarse al maratón de los actos programados. La invitación de la comisión organizadora anima a la participación y a la colaboración de todos.
El tórrido verano de Santibáñez se ve amenizado por el torneo de fútbol que concentra, durante los fines de semana, a numerosas personas de los pueblos de la contorna que vienen a animar a sus equipos o a "pasar la tarde" en un ambiente relajado y concurrido. El pueblo se llena de animación que decae a medida que el verano se aproxima a su final. El resto del año parece como que el tiempo se detuviera; pero es sólo una apariencia. Durante los meses del gélido invierno queda la actividad callada y silenciosa de los que siguen fieles al lugar y entretienen su tiempo libre en variadas actividades lúdicas, artísticas y culturales. Sirva como muestra el reportaje que adjuntamos sobre la exposición de pintura y manualidades que cada año, coincidiendo con la Fiesta de la Amistad, nos deleita con el resultado de esa labor entusiasta llevada a cabo por nuestras vecinas. ¡Enhorabuena por su trabajo! A este paso, pronto veremos un museo permanente en Santibáñez.
Finalizamos agradeciendo la labor de nuestros reporteros gráficos que hacen posible la ilustración de este reportaje. A Enrique Fernández, a Servando Pan, a Augusto López y a Gemma Miguélez hemos de agradecer la dedicación desinteresada que realizan durante los días que dura la fiesta para que, lo que allí ocurra, no caiga en el pozo sin fondo del olvido. Muchas gracias.
Esperamos que disfrutéis de las fotos y animamos a nuestros jóvenes a que no se amilanen ante los contratiempos ni las crisis y a que hagan lo imposible para que el próximo año podamos celebrar una nueva edición de la Fiesta de la Amistad. Gracias por la labor que están realizando. Hasta entonces.
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